En 2019, Javier B. Martín –coleccionista y director de Ars Citerior– nos proponía a Pep Garro y a mí un reto artístico: elaborar conjuntamente, y sin límite alguno, una colección de ensamblajes dedicada a los siete pecados capitales y a las virtudes opuestas. Pero, muy pronto, los compromisos profesionales de Garro le derivaban hacia otros proyectos. En este espacio de tiempo el Museo Tiflológico de Madrid me sugería la posibilidad de presentar en su sala de exposiciones temporales alguno de mis proyectos… La suerte estaba echada… Mis Pecados y virtudes se encaminarían por una senda concreta, la de la inclusión. En consecuencia, tendrían que superar el concepto de icono visual y experimentar con otros que permitan reconocer la obra a través del sentido del tacto.
Por todo ello, además del ejercicio básico de composición para la observación ocular, he pretendido –ya se analizará con qué éxito–, componer sencillos ensamblajes con figuras, relieves y objetos, sobre tableros y armazones cubiertos con materiales de texturas diferentes y tratados con procedimientos dispares que estimulen el tacto y la imaginación de aquel que se acerque hasta estas piezas –todas, identificadas con su título en braille–.